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Hace unos años me crucé con un libro que se llamaba «How I Found Freedom in an Unfree World» (que sería algo parecido a «Cómo encontré libertad en un mundo no libre»). Este libro me enseñó algunas cosas para dominar mejor mi contexto y lo que sucede en él. De alguna manera me permitió sacar foco de lo que no puedo controlar y empezar a poner el tiempo en lo que sí puedo cambiar.
Desde chico siempre fui muy curioso y autodidacta. Si algo me interesa busco la manera de aprender sobre el tema. Esto fue el puntapié de todo lo que construí: entender que puedo aprender sobre cualquier tema y tener la disciplina de hacerlo (y ejecutar los aprendizajes).
Entendí (y desarrollé) mis habilidades
No tenía herramientas, ni equipo, así que dije que sí y comencé a estructurar aprendiendo sobre este mundo de agencias de marketing online y cómo funcionaban.
¿A qué voy con todo esto? Hay muchas cosas que están bajo tu propio control y que no estás ni siquiera analizando. Desde ya hay que pagar el precio para lograr resultados (a veces con dinero para acceder a mejor información, a veces con esfuerzo para tener disciplina y a veces con el corazón para tomar decisiones difíciles).
Una de las habilidades imprescindibles para tener más libertad es poder adaptarte a los cambios del entorno. Las reglas del juego se modifican todo el tiempo y solamente quienes se adapten sobreviven.
El camino más simple para subir una montaña es en línea recta. Pero también es imposible. Las montañas se suben en zig-zag, adaptándose al entorno que se presenta adelante. Y de hecho, a medida que subís, el camino se hace más complicado.
Probablemente aparezcan nuevas opciones de caminos a medida que avanzas (como me sucedió a mi primero con el blog, luego con la agencia, y probablemente me continúe sucediendo hacia adelante).
La trampa de los nuevos caminos
En el libro «Más allá del orden: 12 nuevas reglas para vivir», Jordan Peterson habla de este tema de la trampa de los nuevos caminos. Él comenta que a medida que vamos avanzando, pueden aparecer nuevos caminos pero puede ser un error tomarlos.
Sigamos con el ejemplo de la montaña. Si estamos avanzando hacia la cima y el camino se divide en dos, pueden suceder dos cosas: o que nos siga acercando a la cima, o que nos lleve hacia atrás, a la base de la montaña. ¿Cómo podemos detectar si el cambio de camino nos ayuda a subir o simplemente nos está retrasando en nuestro camino a nuestro objetivo?
Si el camino nuevo parece más simple que el que veníamos transitando, probablemente quiera decir que estamos tirando la toalla. Que estamos disfrazando el nuevo camino de «más interesante» para abandonar el que estamos. En cambio, si el nuevo camino parece más complejo, con mayores desafíos, probablemente sea un camino de crecimiento. Entonces al momento de decidir por un nuevo camino, observa bien si este tiene más o menos desafíos que el camino que venías transitando.
A partir de hoy tu principal objetivo tiene que estar en entender cómo podes desarrollar habilidades que se conviertan en negocios. Utilizar esas habilidades para empezar a crear un modelo de negocio adaptado al estilo de vida que querés vivir (planifica a largo plazo, que no te gane la ansiedad).
Algunos consejos finales:
– Empeza pequeño pero pensando en global (que tu negocio no dependa de las reglas de un país).
– Validar tu idea solo sucede cuando los clientes sacan la tarjeta de crédito y compran tus productos o servicios.
– Sé rentable desde el día cero, no te endeudes por una idea. Busca ejecutar acciones para vender desde el día cero.
– Pensa bien que querés para tu estilo de vida, y analiza si el negocio es adaptable para ello.
Y finalmente, disfruta del camino. No crezcas de forma desmedida solo por crecer. Construí escalón por escalón.
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