Caso Basecamp: una empresa exitosa que hace las cosas diferente.

Basecamp es un caso de empresa que siempre me llamó la atención, porque sus fundadores son dos personajes con valores (y forma de hacer negocios) muy claros. De hecho, me encontré con ellos en la etapa que decidí empezar a construir negocios con equipos de trabajo 100% remotos. Pero antes de analizar a la marca y observar un poco sus estrategias de crecimiento, vamos a conocer su historia.

En 2003 lo que hoy es Basecamp, era 37signals. Una empresa de diseño web. Les iba bien, las empresas los contrataban. Pero ese crecimiento se descontroló. Empezaron a atrasarse en las entregas, estaban desorganizados completamente. Como decían ellos: «dejaron caer la pelota en los entregables clave del negocio». Y eso los llevó a tomar decisiones. Necesitaban cambiar.

Hasta ese momento, confiaban en el correo electrónico como medio de comunicación. Pero era imposible gestionar proyectos de larga duración con muchos intermediarios a través de esa herramienta. No hay forma de dar seguimiento a algo.

Empezaron a probar algunas herramientas pero en ese momento eran bastante difíciles de usar. Poco claras. Y volvieron al correo electrónico: los problemas se mantuvieron.

Entonces…

Frustrados decidieron crear su propia herramienta de gestión. Algo sencillo para gestionar algunos proyectos. Unos meses después ya tenían algo listo y la empezaron a probar con sus propios clientes, de forma interna.

Los proyectos comenzaron a funcionar recuperando la sensación de orden y calma. Los clientes lo notaron: apreciaron la mejora de comunicación y organización.

Los clientes empezaron a preguntarles qué software de organización estaban utilizando. Querían usarlo para sus propios proyectos internos. Entonces pensaron… ¡Quizás tenemos un producto interesante acá!.

Así nació Basecamp en 2004.

Una de las frases controversiales de esta empresa es:

«Nuestra empresa no supera la prueba del mundo real en muchas cosas».

Algunos de sus valores que analizo en la investigación completa:

  • No planees tu salida, genera compromiso con el largo plazo.
  • El juego de la atemporalidad (buscan no pasar de moda).
  • El juego de la no-financiación externa.
  • Deja de llamarte Startup y mira lo importante.
  • Los buenos diseños matan lo que no es esencial.
  • Le ponen un límite a las opciones a la hora de decidir algo.
  • Mataron las reuniones dentro de la empresa.