Cómo el marketing juega con tu inseguridad.

Vivimos en un mundo en el cuál somos bombardeados por +3.000 anuncios publicitarios cada día. Entonces, el recurso que más escasea (y por el cuál las empresas compiten) es nuestra atención.

Hasta hace unos años, dominaba el mundo quien tenía mayor acceso a la información. Ya que esta escaseaba. Quien lograba estar más informado, podía tomar mejores decisiones. Pero con la globalización del acceso a Internet sucedió algo distinto: la información ya está al alcance de todos. De hecho, hay sobre-información.

Y al haber sobre-información, nuestra atención se ve dispersa entre los cientos de contenidos diarios con los que somos alcanzados. Y comienza a escasear algo diferentes, como te comentaba… ¡Tu atención!

Por eso es que verás en Internet y la televisión anuncios cada vez más absurdos. Esos comerciales sin sentido… Que tienen un único objetivo: captar tu atención de alguna manera. Desde el absurdo.

O las páginas con títulos llamativos que te dejan con intriga. Son llamados «clickbait». Es decir, son pequeños anzuelos de los títulos con el único fin de que hagas click. Quieren captar tu atención, y que clickees en su contenido y no en el de las otras personas. Pero… Todo esto genera una sensación de insatisfacción, porque el contenido no suele estar a la altura… ¡Sólo buscaban llevarnos hacia ahí!

Y la estrategia de captar la atención que más detesto es jugar con las inseguridades de las personas. ¿Viste algún anuncio sobre cómo comenzar a crear un negocio de una persona que baja de su auto de alta gama? ¿O con una mesa llena de dólares? Esto es jugar con las inseguridades de las personas y vender falsas promesas.

Lo único que hace esto es llevar tu inseguridad al máximo para venderte una solución mágica… Que pocas veces es realista.

Vivimos en una sociedad que te hace sentir mal para venderte algo… ¿Y vos querrías tener una relación con alguien que te hace sentir peor para luego decirte que el/ella tiene la solución para que te sientas mejor? ¿No suena un poco agresivo?

La solución a esto se divide en dos áreas:

Cómo consumidores debemos ser conscientes de no comprar aquellos productos que simplemente juegan con nuestras inseguridades superficiales.

Cómo marketers debemos ser éticos y no rebajar a nuestra audiencia para venderle un producto. Si tu producto es realmente bueno, trabaja sobre el problema que resuelve, pero no resaltes las inseguridades de la gente que confía en tí para facturar más.